• La firma alemana ubicada en Panamá Pacífico tiene 150 colaboradores y proyecciones de continuar creciendo, a medida que optimiza sus operaciones para que sean más amigables con el medio ambiente.

Cada vez son más las compañías que vuelcan sus esfuerzos en volverse más amigables con el medio ambiente y sostener una filosofía sustentable. Desde sus inicios y en su llegada a Panamá, una empresa ha enfocado gran parte de sus ánimos en transformar sus procesos y que sean cada vez más verdes. Se trata de Bader Panamá, dedicada a la producción de cueros para la industria automotriz, que cuenta con más de 150 colaboradores de los cuales el 96% son panameños.

Ubicados dentro de Panamá Pacífico desde el comienzo de sus operaciones en 2018, se dedican a parte del proceso de producción de cueros y un producto final como los asientos para autos. Lo destacable es que incluso los residuos de la producción son luego reciclados y se convierten en abono para mitigar la contaminación provocada.

“El cuero es buen ejemplo de economía circular, el ganado se cría para la carne y el cuero es un subproducto que normalmente, si no se usara para lo que lo usamos nosotros u otras industrias sería un residuo peligroso”, manifestó Willie Tucci CEO de BADER International Sucursal Bader Panamá.

El representante de la compañía cuya sede principal se encuentra en Alemania explicó que, desde la llegada a Panamá, sitio escogido por sus múltiples beneficios a nivel logístico y de inversión, comenzaron a realizar los estudios de impacto ambiental y a trabajar bajo altos estándares internacionales. “Es parte de la filosofía de la compañía”, agregó.

En Bader procuran que todo el proceso sea sustentable y compostable. Es decir, que una vez que termine la vida útil del material o recurso, pueda integrarse al medio ambiente. Actualmente procuran utilizar agua de lluvia y la menor cantidad posible, y cuando se convierte en residuo, es reutilizada luego de tratamientos de efluentes.

Los próximos proyectos para volver su matriz más ecológica aún, están relacionados a la utilización de los barros que salen del tratamiento de aguas residuales para hacer compost y mantienen conversaciones con otras empresas para que sea empleado en reforestación e incluso, como parte de alimentos. También se están dejando de lado los metales pesados en la producción.

Otro de los cambios que planean introducir en la planta ubicada en Panamá Pacífico es la generación y uso de energía renovable, principalmente solar.

Bader es parte de la Asociación de Empresas del Área de Panamá Pacífico (ADEDAPP), algo que valoran ya que les permite ser parte de la comunidad: “La Asociación nos da la tranquilidad de saber que estamos inmersos en esta comunidad de empresas y ver de qué manera nosotros podemos también colaborar para que todos podamos salir adelante, ese es el espíritu”, remarcó Tucci. Desde ADEDAPP, destacan el compromiso de participación, por el cuidado ambiental y el fomento a las buenas prácticas con el medioambiente y con los colaboradores. “Son una de las compañías que hacen grande a Panamá, generan empleo, incluso en pandemia. Es prometedor ver a las empresas comprometidas con la comunidad actual y pensando a futuro”, indicó Jaime Carrizo, presidente de ADEDAPP.